- Quiebra Institucional y Guerra de Independencia
- Las Cortes de Cádiz: La constitución de 1812.
- Absolutismo y liberalismo: el reinado de Fernando VII
A) Guerra y revolución. La constitución de 1812.
- Introducción: Los inicios de
- Reinado de Carlos IV:
o Gobierno antifrancés (Floridablanca)
o Gobierno pro francés (Godoy)
- Guerra de Independencia:
o Contexto
o Fases:
§ 1ª Fase: 2 de mayo hasta Bailén
§ 2ª Fase: Predominio francés y guerra desgaste
§ 3ª Fase: Fin de la guerra.
- Consecuencias guerra:
o Perdidas humanas y materiales
o Repercusiones internacionales:
§ Perdidas territoriales
§ Independencia Hispanoamérica
- Conclusión: 2 de mayo e interpretaciones acerca del conflicto
B) Las Cortes de Cádiz: La constitución de 1812.
- Introducción
- Proceso constitucional
- Principales medidas adoptadas por las Cortes de Cádiz.
- La constitución de 1812 (Análisis y comentario)
C) Absolutismo y liberalismo: el reinado de Fernando VII
- Introducción Fernando VII “El deseado”
- Fases de su Reinado:
o Sexenio Absolutista (¡814-1820)
o Trienio Liberal (1820-1823)
o Década Ominosa (1823-1833)
- Conclusiones.
La crisis de 1808: Guerra de Independencia y revolución política
Repercusiones de
El recién ascendido al trono Carlos IV (1788-1808) y su ministro Floridablanca desde momento en que se inició la revolución en Francia intentaron evitar cualquier “contagio” revolucionario procedente del país vecino. Un férreo control en las aduanas y una estricta censura fueron los medios utilizados para aislar a nuestro país del tumulto francés.
Tras un corto período de gobierno del conde de Aranda, Carlos IV tomó una decisión clave en su reinado, nombró ministro a Manuel Godoy en 1792. Este favorito de los reyes se convirtió en la figura clave durante el resto del reinado de Carlos IV.
La ejecución de Luis XVI en enero de 1793 provocó la ruptura de la tradicional alianza con Francia. España se unió a una coalición internacional y participó en la denominada Guerra de
Se iniciaba así una deriva diplomática en la que el ascenso al poder de Napoleón en 1799 y la debilidad del gobierno de Godoy llevaron a España a una creciente dependencia de la política exterior francesa y, por consecuencia, al enfrentamiento con Inglaterra. Las consecuencias pronto se hicieron notar: la victoria sobre Portugal, fiel aliada de Inglaterra, en 1801 en la “Guerra de las Naranjas" y la consiguiente anexión española de Olivenza, no sirvió para compensar la catástrofe naval de la armada franco-española frente al almirante inglés Nelson en Trafalgar en 1805.
Los ruinosos resultados de la alianza con Francia no impidieron que Godoy firmara con Napoleón el Tratado de Fontainebleau en 1807. Por este acuerdo se autorizaba la entrada y el establecimiento de tropas francesas en España con el propósito de invadir Portugal.
A esas alturas la figura de Godoy era crecientemente criticada en los medios influyentes del país. La derrota naval de Trafalgar que había desbaratado el poder marítimo español y la crisis económica concretada en el enorme déficit del Estado y en la drástica disminución del comercio con América avivaron la oposición de la nobleza, desairada por el favor real a un "advenedizo" como Godoy, y del clero, asustado ante la tímida propuesta de desamortización de bienes eclesiásticos.
Este descontento cristalizó en la formación de un grupo de oposición en torno al Príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII, que rápidamente se puso a laborar para acabar con el gobierno de Godoy y, porque no, del rey que le había nombrado.
Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Las Cortes de Cádiz
Las Juntas Provinciales y
Las Abdicaciones de Bayona habían creado un vacío de autoridad en
Las Juntas Provinciales sintieron desde un principio la necesidad de coordinarse. Así, en septiembre de 1808, se constituyó
Las Cortes de Cádiz
La celebración de las elecciones en situación de guerra propició que se reunieran unas Cortes con preponderancia de elementos burgueses y cultos procedentes de las ciudades comerciales del litoral.
Las sesiones de Cortes comenzaron en septiembre de 1810 y muy pronto se formaron dos grupos de diputados enfrentados:
· Liberales: partidarios de reformas revolucionarias, inspiradas en los principios de
· Absolutistas o “serviles”: partidarios del mantenimiento del Antiguo Régimen (monarquía absoluta, sociedad estamental, economía mercantilista).
La mayoría liberal, aprovechándose de la ausencia del rey, inició la primera revolución liberal burguesa en España, con dos objetivos: adoptar reformas que acabaran las estructuras del Antiguo Régimen y aprobar una Constitución que cambiara el régimen político del país.
Estas fueron las principales reformas políticas, económicas, sociales y jurídicas adoptadas por las Cortes de Cádiz
· Libertad de imprenta (1810)
· Abolición del régimen señorial: supresión de los señoríos jurisdiccionales, reminiscencia feudal. Sin embargo, la nobleza mantuvo la propiedad casi todas sus tierras.
· Supresión de
· Abolición de los gremios. Libertad económica, comercial, de trabajo y de fabricación (1813)
· Tímida desamortización de algunos bienes de
Aprobada el 19 de marzo de 1812 y popularmente conocida como “
Los diputados liberal Agustín Argüelles, Diego Muñoz Torrero y Pérez de Castro son las figuras más destacadas en su elaboración.
Estos son los rasgos principales de
· Soberanía nacional. El poder reside en la nación, idea opuesta a la soberanía monárquica.
· División de Poderes.
o Poder legislativo: Cortes Unicamerales
o Poder judicial: tribunales
o Poder ejecutivo: Rey, pero con importantes limitaciones:
§ Sus órdenes deben ir validadas por la firma del Ministro correspondiente.
§ No puede disolver las Cortes
§ Veto suspensivo transitorio durante dos años, tras ello la decisión de las Cortes se convierte en ley.
§ Nombra a los ministros, pero estos deben ser refrendados por las Cortes (“doble confianza”)
· Nuevo derecho de representación. La nación ejerce su soberanía mediante sus representantes en Cortes.
· Complicado procedimiento electoral por sufragio universal masculino indirecto en cuarto grado. Derecho de voto: todos los hombres mayores de 25 años, que elegían a unos compromisarios que a su vez elegían a los diputados.
· Igualdad de los ciudadanos ante la ley. Esto supuso el fiin de los privilegios estamentales.
· Se omite toda referencia a los territorios con fueros, lo que equivalía a su no reconocimiento. No obstante, los regímenes forales de las provincias vascas y de Navarra no se derogaron explícitamente.
· Reconocimiento de derechos individuales: a la educación, libertad de imprenta, inviolabilidad del domicilio, a la libertad y a la propiedad.
· El catolicismo es la única confesión religiosa permitida. La necesidad de contar con la colaboración del clero en la lucha contra los franceses explica este rasgo intolerante que choca con el espíritu avanzado de la constitución.
Fernando VII: Absolutismo y liberalismo. La Emancipación de América Latina
Tras el Tratado de Valençay en 1813, Fernando VII se preparó para regresar a un país donde gobernaban unos principios políticos completamente contrarios a sus convicciones absolutistas. El monarca demoró su regreso a Madrid tanteando la situación ante la cada vez más evidente debilidad de los liberales en el interior del país.
Fernando VII entró en España el 22 de marzo de 1814, recibido por continuas aclamaciones populares. El 12 de abril un grupo de diputados a Cortes absolutistas le presentaron el conocido como Manifiesto de los Persas en el que le reclamaban la vuelta al absolutismo. En el afirmaban: “Señor, era costumbre entre los antiguos persas pasar cinco días de anarquía después del fallecimiento de su rey, a fin de que la experiencia de los asesinatos, robos y otras desgracias, les obligase a ser más fieles a su sucesor...”, para mejor apreciar después los rigores de un gobierno firme y de poder.
Finalmente, Fernando VII terminó por decidirse y el 4 de mayo de 1814 emite en Valencia un decreto por el que disolvía las Cortes, abolía
El Sexenio Absolutista (1814-1820)
El decreto de 4 de mayo inició un triste periodo caracterizado por la sistemática anulación de las reformas de las Cortes gaditanas y la vuelta al antiguo régimen y al absolutismo.
En un período crucial en la historia de Europa, cuando se estaba dirimiendo el equilibrio de fuerzas tras Napoleón, Fernando VII se mostró sorprendentemente desinteresado por los asuntos externos. Así, pese a haberse enfrentado con el emperador francés, España quedó marginada de los beneficios que las potencias vencedoras de Napoléon recibieron en
Con una economía depauperada por la guerra recién terminada y con unas colonias americanas que de hecho no producían ningún beneficio a la metrópoli, Fernando VII, apegado al mantenimiento de los privilegios estamentales, se negó a emprender cualquier reforma fiscal que incrementara los ingresos de un estado en quiebra.
La labor del gobierno de Fernando VI se centró en la represión de los enemigos de la restaurada monarquía absoluta. Más de doce mil “afrancesados” tuvieron que exiliarse del país y se inició una dura persecución contra los liberales.
Muchos militares, entre ellos antiguos héroes de la guerra de
El Trienio Liberal (1820-1823)
Finalmente, un pronunciamiento liberal terminó por triunfar. Poniéndose al frente de un ejército que en Cabezas de San Juan (Cádiz) estaba acantonado para marchar hacia América a luchar contra los rebeldes independientes, el teniente coronel Riego se puso al frente de este contingente y proclamó
Por primera vez, se aplicaba
Esta actitud del rey va a provocar una fractura política que se extenderá durante décadas:
la escisión de los liberales.
Por un lado, los “doceañistas” pretenderán modificar
Por otro lado, los “veinteañistas” pedían simplemente la aplicación estricta de
La división de los liberales introdujo una gran inestabilidad política durante el Trienio.
Los liberales en el poder durante el Trienio van a aplicar una política claramente anticlerical: expulsión de los jesuítas, abolición del diezmo, supresión de
Alentados por las conspiraciones del rey y espoleados por la grave crisis económica pronto surgieron movimientos de protesta contra el gobierno liberal en Madrid. La contrarrevolución realista se concretará en la aparición partidas de campesinos fuertemente influenciados por
Tras la derrota de Napoleón en 1815, las grandes potencias absolutistas (Prusia, Austria, Rusia y
El mismo día en que Fernando VII fue liberado por los Cien Mil Hijos de San Luis promulgó un decreto por el que anulaba todo lo legislado durante el Trienio. El monarca trataba de nuevo de volver al absolutismo y al Antiguo Régimen.
Inmediatamente se inició la represión contra los liberales Riego fue ahorcado en Madrid en noviembre y, aunque
Pese a la represión, las conspiraciones militares liberales continuaron. El peligro de nuevos pronunciamientos llevó a Fernando VII a tomar una medida extrema, la disolución del ejército. El monarca pidió a Francia que se mantuvieron los Cien Mil Hijos de San Luis mientras se reorganizaban las fuerzas armadas. En torno a 22.000 soldados franceses se mantuvieron en nuestro país hasta 1828.
Paralelamente, el régimen absolutista abordó la depuración de la administración, lo que llevó a la expulsión de miles de funcionarios, especialmente docentes.
Uno de los pocos factores positivos de esta última década absolutista fue la reforma de
Diversos factores explican el desencadenamiento del movimiento independentista:
· El creciente descontento de los criollos, descendientes de españoles nacidos en América, quienes pese a su riqueza y cultura tenían vedado el acceso a los grandes cargos políticos en las colonias, reservados para los peninsulares.
· Las limitaciones al libre comercio y al desarrollo económico de las colonias impuestas por el régimen colonial. Estas limitaciones perjudicaban económicamente a la burguesía criolla.
· La influencia de las ideas ilustradas y ejemplo de la independencia de los Estados Unidos de América.
· La crisis política producida por la invasión napoleónica, que privó de legitimidad a las autoridades que representaban a la monarquía de José I en las colonias.
En el proceso de independencia se pueden distinguir dos grandes etapas:
1808-1814
Los territorios americanos se declararon independientes de
Cuando Fernando VII fue repuesto en el trono, todas las colonias, excepto Argentina, volvieron a unirse a
1814-1824
La vuelta al absolutismo propició pronunciamientos militares que rápidamente derivaron hacia posturas independentistas entre los criollos. Esta deriva fue alentada por Inglaterra, que rápidamente se hizo con la influencia económica en la zona, y por Estados Unidos.
Entre los caudillos independentistas sobresalen las figuras de San Martín y Bolívar. Las guerras de independencia siguieron una trayectoria compleja y culminaron con la derrota española en Ayacucho en 1824. Esta batalla puso fin a la dominación española en América. Sólo las islas antillanas de Cuba y Puerto Rico siguieron ligadas a la metrópoli.
Simón Bolívar planteó la alternativa de la unidad americana tras el fin del imperio hispánico. Los localismos, las mezquindades de los nuevos dirigentes, el atraso económico, las dificultades de comunicación, ayudados por las maniobras de Estados Unidos, llevaron al fracaso del ideal bolivariano y a la fragmentación política de
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