Los fundamentos ideológicos y transformaciones institucionales del régimen de Franco.
Evolución económica: Autarquía y estancamiento económico (1939-59). Estabilización y el crecimiento económicos (1959-75).
Declive y ocaso del régimen franquista.
Los fundamentos ideológicos y transformaciones institucionales del régimen de Franco.
El nuevo régimen instaurado en 1939 tuvo desde un principio unos fundamentos ideológicos muy claros:
Concentración del poder político en Franco. La "adhesión inquebrantable" al Caudillo fue el elemento clave de todo el edificio político del franquismo.
Anticomunismo. Este factor fue clave desde el inicio de la guerra civil. La guerra fría entre EEUU y
Antiparlamentarismo y antiliberalismo. El franquismo siempre se mostró contrario a las libertades políticas.
Nacionalcatolicismo.
Defensa de la "unidad de
Tradicionalismo. La idea de España que defendió la dictadura se basó en raíces históricas a menudo adulteradas (
Militarismo. Preponderancia social del estamento militar (desfiles, uniformes, himnos, bandera...)
Rasgos fascistas: símbolos y uniformes, exaltación del Caudillo, violencia como medio político. Los aspectos externos más comprometedores (saludo fascista) fueron atenuados tras la derrota de Hitler y Mussolini en 1945.
- Las bases sociales de la dictadura.
Franco asentó su nuevo régimen en:
La oligarquía terrateniente y financiera que recuperó su hegemonía social y fue la gran beneficiaria de la política económica intervencionista del régimen
Clases medias rurales del Norte y Castilla que estaban bajo una fuerte influencia de la religión católica.
La mayor parte de las clases medias urbanas y de las clases trabajadoras apenas respaldaron a la dictadura. En los primeros años de la dictadura, la represión sistemática, la miseria y la desmoralización tras la derrota impidieron que esa falta de apoyo se concretara en oposición al régimen.
La situación cambió en los años sesenta. El desarrollo económico hizo que el régimen contara con mayor consenso social entre las clases medias y trabajadoras, aunque al mismo tiempo la tímida liberalización del país propició el desarrollo de la oposición.
- Las bases políticas del régimen.
La dictadura basó su sistema político en la estricta prohibición de los partidos políticos, unida a una brutal represión contra los que habían apoyado a
Sin embargo, dentro del régimen, bajo una completa subordinación al Caudillo, hubo diferentes familias políticas, es decir, grupos con diversa sensibilidad política que trataron de influir en las decisiones tomadas por Franco:
- Falangistas
Su principal función fue el control de la vida social y económica del país a través de diversas instituciones del régimen: el Frente de Juventudes,
- Militares
Los militares tuvieron prestigio y poder político, pero estuvieron completamente subordinados a Franco. Alguno de los más importantes colaboradores del dictador, como Carrero Blanco, fueron militares.
- Católicos
Muchos cuadros y dirigentes de la dictadura procedieron de instituciones religiosas como el Opus Dei. Tras el Concilio Vaticano II distanciamiento entre la dictadura y parte de
- Monárquicos
Tras el final de la guerra, los carlistas jugaron un papel secundario, desapareciendo como fuerza política relevante.
Pese a que Franco se negó a ceder la jefatura del estado a Don Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII y padre de Juan Carlos I, muchos monárquicos colaboraron con la dictadura, especialmente en los primeros años del régimen.
En la práctica, todas estas familias tuvieron un papel secundario Franco siempre impidió que alguien acaparara demasiado poder y buscó un equilibrio que garantizara su poder omnímodo.
Evolución política:
1. La institucionalización del régimen: las leyes orgánicas.
El dictador, que concentraba todo el poder, asumió la función constituyente. Poco a poco el régimen fue aprobando diversas Leyes Orgánicas, que configuraron lo que se vino a en llamar las Leyes Fundamentales del Movimiento:
a) Fuero del Trabajo, 1938
Prohibición de los sindicatos libres. Siguiendo el modelo fascista, la Organización Sindical se configuró como el sindicato único controlado por
b) Ley Constitutiva de las Cortes, 1942
Cortes elegidas por sufragio indirecto basado en diversas corporaciones: la familia, el municipio, y el sindicato. En la práctica, eran unas elecciones totalmente amañadas y los representantes elegidos eran los que deseaba el régimen.
c) Fuero de los Españoles, 1945
Teórica declaración de derechos y deberes impregnada de la mentalidad tradicionalista y católica. No supuso ningún reconocimiento real de derechos políticos o sociales.
d) Ley de Referéndum Nacional, 1945
Esta ley permitía al Jefe del Estado convocar plebiscitos para que el pueblo, en un marco de ausencia de libertades, refrendara una ley.
e) Ley de Sucesión a
España fue declarada "reino" y Franco se reservó el poder de proponer su futuro sucesor. Esta ley constituyó una gran decepción para los monárquicos que soñaban con que Franco propiciara la vuelta al trono de los Borbones.
Represión
La represión de la posguerra propició un clima de terror generalizado entre gran parte de la población. Especialmente en las ciudades, las zonas industriales y el sur del país. Este terror explica la debilidad de la oposición durante años.
El inmovilismo político quedó consagrado en 1958 con la aprobación de
Mientras, durante la década de los sesenta, el régimen aplicó pequeños e insuficientes cambios legislativos, que no cambiaron para nada su esencia dictatorial:
Forzado por su avanzado edad, Franco tuvo finalmente que designar un sucesor. En 1969, Juan Carlos de Borbón, nieto de Alfonso XIII, fue designado sucesor "a título de Rey".
Evolución económica y social 1939-1959
La autarquía de posguerra
La solución que dio el régimen franquista a la penuria económica estuvo marcada por el modelo creado en
El intervencionismo del Estado se extendió por gran parte de la economía nacional. El Estado fijó los precios agrícolas y obligó a los campesinos a entregar los excedentes de sus cosechas. Se creó el Instituto Nacional de Industria (INI) en 1941 para mejor controlar la exangüe industria española y se estableció un rígido control del comercio exterior.
Un gran fracaso económico
En un contexto de escasez e intervención estatal, el mercado negro, el estraperlo, y la corrupción generalizada (licencias importación y exportación, suministros al Estado...) se apoderaron de la economía del país.
Esta situación se vio fuertemente agravada por la coyuntura internacional. A la segunda guerra mundial, 1939-1945, le sucedió un período de aislamiento por la condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje.
Los años 50: el fin de la autarquía
El evidente fracaso del modelo autárquico llevó a que desde los inicios de los años cincuenta se produjera un giro en la política económica.
Se aplicó una liberalización parcial de precios y del comercio y la circulación de mercancías En 1952 se puso fin al racionamiento de alimentos.
Estas medidas trajeron una cierta expansión económica. Finalmente, en 1954 se superó la renta por habitante de 1935. Se ponía fin a veinte años perdidos en el desarrollo económico español.
El incipiente desarrollo trajo, sin embargo, una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. Finalmente, Franco, tras veinte años de políticas económicas nocivas, permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959.
Evolución económica y social 1959-1975
El Plan de Estabilización de 1959
Diseñado por los tecnócratas del Opus Dei, que habían accedido al gobierno en 1957, este plan económico fue elaborado siguiendo las indicaciones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Se trataba ante todo de liberalizar la economía, acabando con el período autárquico e intervencionista. Se recortó el gasto público y disminuyó el intervencionismo del estado, a la vez que se abría la economía al exterior, devaluando la peseta y liberalizando las inversiones extranjeras.
Las consecuencias se apreciaron en poco tiempo. A partir de 1961, tras reducirse el déficit del estado y recibir abundantes inversiones del exterior, España inició un acelerado crecimiento económico.
El desarrollo económico de los años sesenta
El período 1961-1973 vino marcado por un rápido crecimiento industrial y del sector servicios. La apertura económica al exterior provocó un verdadero aluvión de inversiones extranjeras que llegaron atraídas por los bajos salarios.
El desarrollo industrial desencadenó una intensa emigración de mano de obra campesina hacia las ciudades y hacia Europa. A la vez que la agricultura se modernizaba, amplias zonas del interior quedaban desertizadas.
En el terreno comercial, España alcanzó un superávit en su balanza de pagos. El tradicional déficit de la balanza comercial se vio compensado por los ingresos procedentes del espectacular desarrollo del turismo, las inversiones extranjeras y las remesas enviadas por los emigrantes en Europa.
Para tratar de encauzar el crecimiento económico, el gobierno aprobó a partir de 1963 varios Planes de Desarrollo. Basados en los incentivos fiscales y en las ayudas estatales tuvieron un resultado bastante inferior al previsto. La economía siguió creciendo pero la planificación no funcionó. El mejor ejemplo fue el creciente desequilibrio entre las diferentes regiones del país.
En definitiva el período 1961-1973 estuvo marcado por un gran desarrollo económico, inserto en un marco general de expansión europea y mundial. Ese contexto exterior favorable permitió abundantes inversiones extranjeras, una masiva llegada de turistas y la eliminación del paro mediante la emigración a Europa.
Los grandes cambios sociales de los años sesenta
Tras los duros años de la posguerra, en los que la sociedad española había quedado anclada a un tipo de sociedad arcaica, los años sesenta presenciaron un acelerado cambio social. Estos fueron algunos de sus principales rasgos:
Masiva emigración rural a las ciudades y a Europa occidental. Más de un millón de españoles se desplazaron a Francia, Alemania, Suiza, Bélgica y otros países europeos para desempeñar los trabajos que no querían los nativos.
La emigración trajo consecuencias positivas como la reducción del paro o el ingreso de las abundantes remesas enviadas por los emigrantes, pero trajo consigo el desarraigo humano que toda emigración implica y la agudización de las diferencias de riqueza entre las diversas regiones del país.
Fuerte incremento de la población. A la vez que se reducía la tasa de mortalidad, la tasa de natalidad se mantuvo en valores muy altos e incluso aumentó.
Para atender las necesidades de esta población creciente el gobierno no aumentó el gasto público lo que llevó a que los servicios públicos fueran claramente insuficientes:
En el terreno educativo el número de escuelas e institutos fue muy por detrás de las necesidades de una creciente población infantil y juvenil.
Aunque se crearon algunos enormes hospitales y desde 1963 aumentaron las prestaciones sanitarias y los sistemas de pensiones, la cobertura sanitaria siguió estando muy alejada de lo que requería una sociedad moderna.
El crecimiento demográfico provocó un enorme déficit en vivienda que trató de resolverse mediante grandes operaciones inmobiliarias en las ciudades españolas. Estos nuevos barrios nacieron a menudo sin equipamientos sociales y urbanos básicos.
La sociedad de consumo
La sociedad de consumo, caracterizada por el acceso a más información y por una mayor movilidad, trajo, especialmente entre los más jóvenes, una nueva mentalidad que chocaba con el tradicionalismo del régimen:
Progresiva relajación de la importancia de la Iglesia.
Nuevos hábitos de relación social y nuevas pautas de relación entre ambos sexos.
Modas, costumbres e indumentarias que llegaron a través del turismo.
La oposición al régimen franquista
La guerrilla antifranquista
Según las tropas franquistas fueron ocupando las diferentes regiones del país muchos combatientes republicanos, huyendo de la represión, se "echaron al monte" formando grupos de guerrilleros, los maquis.
La oposición interior en la posguerra
La represión de la guerra y la posguerra desmanteló los cuadros políticos y sindicales de la izquierda. Las primeras huelgas en 1946-1947 fueron duramente reprimidas y la oposición continuó silenciada.
Las primeras protestas sociales y la crisis universitaria de 1956
En 1951, el boicot a los tranvías de Barcelona por la subida de tarifas constituyó la primera protesta de masas en la historia del franquismo.
En la universidad, las tensiones fueron creciendo en demanda de más libertad en las cátedras y en las aulas. El malestar universitario culminó en los incidentes de
Los partidos y sindicatos de oposición
Los diferentes grupos políticos y sindicales se adaptaron de diferente forma a la dura represión del franquismo y a la evolución de la sociedad española. Mientras que el PSOE se convirtió en un partido débil y dividido entre sus dirigentes del exilio y del interior, el PCE pasó a constituirse en el principal partido de la oposición con una fuerte estructura clandestina. Mientras, los anarquistas, así como los republicanos, prácticamente desaparecieron.
La oposición de liberales o monárquicos solo apareció al final de
En el terreno sindical destaca el nacimiento en 1962 de las Comisiones Obreras. Propiciadas por el Partido Comunista, se basaron en el aprovechamiento de las fisuras legales que permitía la legislación franquista y en la infiltración en
La creciente lucha de los años sesenta y setenta
Los cambios sociales y la proximidad de la muerte del dictador facilitaron la extensión de las actividades de oposición a la dictadura. Diversos movimientos de protesta confluyeron en el período final del franquismo
El movimiento obrero, organizado esencialmente en torno a CC.OO. y alentado por el PCE, pasó de las reivindicaciones laborales a la concienciación política antifranquista.
Los movimientos nacionalistas se reforzaron en diversas capas sociales de Cataluña. En el País Vasco, junto a un cada vez más influyente PNV, ETA fue acrecentado su protagonismo con sus acciones terroristas.
Participando en la medida de la posible de un contexto internacional marcado por la protesta juvenil, el movimiento estudiantil se extendió y las protestas estudiantiles alcanzaron una importante repercusión social.
El Concilio Vaticano II favoreció la extensión de movimientos católicos de base críticos con el franquismo que colaboraban con los partidos de oposición y el movimiento obrero. Incluso, sectores influyentes de
En definitiva, sin poder derrumbar al régimen franquista, los movimientos de oposición consiguieron crear una amplia red social de contestación a la dictadura que aflorará tras la muerte de Franco y que fue clave para la transición a la democracia.
DECLIVE Y OCASO
Juan Genovés sobre la amnistía para los presos políticos
Los últimos momentos de la vida de Franco
La vida del dictador terminó en un contexto complejo y conflictivo:
El enfrentamiento con
El rey marroquí Hassan II organizó
Finalmente, tras tres meses y medio de enfermedad, Franco murió el 20 de noviembre de 1975.
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