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martes, 11 de mayo de 2010

TEMA 6: LOS REYES CATÓLICOS:












INTRODUCCIÓN: La época de los reyes católicos ( 1474-1516) constituye un momento clave en la historia de la península ibérica debido a que la unión dinastía (1469) entre Isabel de Castilla y Fernando de Aragón va a poner los cimientos, que tras la unificación territorial, primero, y la unificación religiosa después, posibilitan el fortalecimiento del poder de la corona, dando origen a la formación de un estado moderno (SXVI) capaz de llevar a cabo la construcción de un imperio tanto europeo como extraeuropeo (descubrimiento y conquista de América).




I. CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO MODERNO: LA UNIÓN DINÁSTICA



Isabel accede al trono de Castilla tras una costosa guerra civil, entres sus planes se encontraban los de la unión dinastía con el reino de Aragón, bajo mandato de Fernando, y así, en 1469, van a contraer matrimonio en secreto los futuros herederos de estos reinos. Este hecho va a suponer la ruptura con Portugal y Francia, ya que ambas coronas ven con malos ojos la formación de una monarquía tan poderosa como la castellano-aragonesa, lo que originará el inicio de un conflicto bélico, que finalizará en 1479 con el reconocimiento de Isabel como reina de Castilla. Esta unión dinástica no conlleva una unión (homogeneización) en aspectos tales como instituciones, fronteras, leyes, etc. ya que cada uno de estos territorios va a mantener sus particularidades y un gobierno autónomo (Castilla bajo mando de Isabel y Aragón bajo mando de Fernando).





En esta unión, Castilla va a desempeñar, debido a su mayor extensión, población y auge económico, el papel hegemónico, y así Castilla va a proveer de la mayor parte de los recursos económicos y de las fuerzas militares para llevar a cabo gran parte de la política exterior de ambas coronas, ya que por ejemplo, la conquista y la colonización de América cae bajo responsabilidad castellana.



Como consecuencia el castellano se va a imponer como lengua principal tanto en la península ibérica como en las relaciones internacionales, lo que va a suponer un desarrollo de la cultura castellana por allende sus fronteras.



-conclusión: unión no significa homogenización (cada reino es independiente y ademas unión asimétrica debido a que Castilla desempeña mayor peso).




II. REORGANIZACIÓN DEL ESTADO.



El programa político de los Reyes Católicos tenía como objetivos básicos:



a) Fortalecimiento del poder real


b) Modernización del Estado


c) Mantenimiento de la sociedad estamental




A). FORTALECIMIENTO AUTORIDAD REAL



Desde el comienzo, los monarcas ejercieron el poder de forma personal y autoritaria, castigando toda forma de desobediencia. Todo ello a través de la adopción de las siguientes medidas:



- Impulsan un fuerte protocolo y rígido ceremonial de corte.


- El poder real impulsa la acción de la propaganda a través de cronistas e historiadores dedicados a ensalzar y difundir la política de los monarcas.


- La corona impulsa la construcción de obras publicas de carácter benéfico, como hospitales, iglesias, conventos.


- Se rodean de un grupo de colaboradores reales y fieles. Por ejemplo, el Cardenal Cisneros.



B). MODERNIZACIÓN DEL ESTADO.



Está muy relacionado con el fortalecimiento del poder real, ya que es necesario organizar y crear todo un amplio sistema burocrático capaz de llevar a cabo las medidas políticas de los Reyes Católicos.



En Castilla se incrementa los ingresos fiscales (impuestos) lo que permite, entre otras cosas, organizar un ejército permanente.



Los Reyes controlan a las principales ciudades a través de la figura del corregidor, cuyas funciones son controlar la política local, recaudar los impuestos reales y evaluar la acción de los alcaldes (regidores) para saber si es conforme a los intereses reales.



Se crea la Santa Hermandad que es un cuerpo encargado de vigilar y controlar tanto las zonas rurales como los caminos y calzadas (semejante a la guardia civil) su función principal es reprimir la delincuencia y garantizar el orden.



Creación del Santo Tribunal o Inquisición, encargado de vigilar la correcta práctica religiosa.




















C).MANTENIMIENTO SOCIEDAD ESTAMENTAL.



La sociedad sigue estando dividida en tres estamentos: Bellatores (la nobleza), oratores (el clero) y laboratores (esclavos y el pueblo).



La función de los nobles es defender. La de los oratores era rezar para la salvación del pueblo y la de los laboratores era trabajar.



Los reyes católicos consolidan el papel hegemónico de la nobleza en los ámbitos social y económico pero no así en el político, ya que la consolidación del poder real se efectuó disminuyendo los derechos políticos de la nobleza.



El papel de las cortes va a pasar por dos fases distintas:



- 1ª FASE (hasta 1480). Las cortes mantienen cierta importancia debido a que en el inicio del reinado de los Reyes Católicos necesitan el apoyo de las principales ciudades y recaudar nuevos impuestos.



- 2ª FASE (hasta final del reinado). Disminución del poder de las cortes, ya que se reduce el número de ciudades con representación (17 más Granada) y además se reduce las prerrogativas, únicamente reunión de cortes para nuevos impuestos.







III. LA CUESTIÓN RELIGIOSA (UNIFICACIÓN)



En el reinado de los Reyes Católicos, uno de sus objetivos principales es la unidad religiosa a través de la asunción de una misma y única fe, ya que tenemos que durante toda la Edad Media, se produce la coexistencia de las tres grandes religiones monoteístas en la Península Ibérica: judía, musulmana y cristiana. Esto provoca un paisaje religioso un tanto confuso, ya que encontramos cristianos en territorio musulmán y musulmanes en territorio cristiano (moriscos), los judíos que viven en ambos ámbitos sobre todo en las ciudades, se dedican a la banca, negocios, prestamos y la actividad artesanal. Y a todo esto, hay que añadir la situación de los conversos, ya sea los cristianos convertidos al Islam (Muladies) y los musulmanes convertidos al cristianismo (conversos). Con la finalidad de poner fin a este complicado paisaje religioso, los Reyes Católicos imponen, no sin un denodado esfuerzo, la unificación religiosa, es decir, la obligación de profesar una única religión en todo su territorio: cristianismo.



Para ello inician una amplia política de represión a aquellos que no se someten a esta unidad religiosa.



FASES:



1ª.- CONQUISTA DEL REINO MUSULMAN DE GRANADA.



Acabaron con la presencia política musulmana en la Península Ibérica a través de la conquista del Reino nazari de Granada, finalizada el 02/01/1492. No obstante, la capitulación de Boabdil (emir) garantiza los bienes, la libertad, la religión y las costumbres de los musulmanes del Reino de Granada.



Aunque la guerra y el exilio de la población musulmana va a suponer una perdida cercana al 50% de la población (150000 habitantes), sólo suplida, en parte, por la llegada de 40.000 colonos castellanos.



2ª.- PROBLEMA DE LOS CONVERSOS (los que se convierten a una nueva religión)



Surgidos por las continuas peticiones de control y el recelo cada vez mayor de la mayor parte de la población ante estos (judaizantes). Este hecho va a hacer que los Reyes Católicos pidan apoyo al papa y en 1478 les concede el establecimiento del Tribunal del Santo Oficio o Inquisición.



El objetivo principal va a ser el de vigilar las correctas costumbres y ritos de esta población conversa.



Este Tribunal va a estar bajo mandato de un inquisidor general Fray Tomas de Torquemada y después del Cardenal Cisneros.



A partir de 1500 este Tribunal va a ampliar sus competencias a cuestiones tales como: brujería, bigamia, blasfemia, sodomía (homosexualidad) o también a la heterodoxia religiosa.




3ª.- EXPULSION DE LOS JUDIOS.









Durante toda la Edad Media siempre había existido un cierto recelo ante la población judía debido, tanto a sus costumbres particulares como, sobre todo, a una leyenda negra más o menos injustificada. Así en 1480 se van a dictar medidas dirigidas al aislamiento de esta población en determinadas barriadas o guetos (juderías) ya que se considera que su presencia influye negativamente en los conversos. Va a ser, tras el hecho capital derivado de la conquista de Granada, cuando se produce un sentimiento de exaltación patriótica que provocó, en parte, que los Reyes Católicos decretaran la expulsión de la comunidad judía (31/03/1492) según la cual los judíos deben de optar o bien por la conversión fiel o por abandonar el país sin poder llevar ningún tipo de metal precioso o riqueza (más de 150.000 emigran). Este hecho provoca un fuerte impacto tanto social como económico.




4ª.-LA CUESTION MORISCA.



Derivado de la conquista de Granada, que al incorporarse a Castilla va a suponer la entrada de más de 200.000 musulmanes que mantienen sus costumbres, ritos y cohesión social, lo cual plantea una situación problemática con el resto de la población conquistadora (cristianos viejos).



En 1499, el inquisidor general (Cardenal Cirneros) decide confinar a los musulmanes granadinos en el Albaicin y las Alpujarras. Posteriormente se le forzará a convertirse, lo que provocara una rebelión general de esta comunidad.





























IIII. LA POLITA EXTERIOR.









  1. CONQUISTA DE CANARIAS. Supone un simulacro de lo que después se realizaría en América. Sus principales característicos son:


- La realizan particulares que firman unas capitulaciones (contrato con la corona) para efectuar la conquista y el reparto de los beneficios bajo su nombre.


- Posteriormente se reparte las tierras y los bienes, entre los conquistadores y la Corona.


- Conlleva una verdadera catástrofe demográfica para la población indígena (guanche) lo que provoca la importación de esclavos sudafricanos (negros).


- El azúcar va a ser la principal fuente de riqueza (monocultivo).


- La conquista de Canarias va a suponer un punto crucial de avituallamiento en la ruta hacia las américas.



B. ANEXION DEL REINO DE NAVARRA (1512)



Los reyes católicos van a aprovechar un incidente diplomático y ordenan la ocupación del Reino, que no obstante, va a mantener sus instituciones y sus fueros (leyes).




  1. POLITICA MATRIMONIAL


Los Reyes Católicos van a llevar a cabo numerosas uniones matrimoniales y dinásticas con la intención de establecer acuerdos bilaterales con los principales estados europeos.



El objetivo principal era asegurar permanentemente herencias a la corona pero sobre todo, el de establecer una red de alianzas con los principales reinos europeos que son:


Con respecto a Portugal, los Reyes Católicos utilizaron la política matrimonial de forma sistemática como un instrumento de la política exterior:


· En 1490, casaron a su hija Isabel con el príncipe Alfonso de Portugal, hijo primogénito del rey Juan II.


· La muerte de Alfonso en 1491 y la muerte en 1945 del rey Juan II dejó como heredero al hermano del monarca, Manuel el Afortunado. En 1497, Manuel se casó con Isabel, viuda del anterior rey, Alfonso.


· Isabel murió en 1498 en el parto de su hijo Miguel, quien murió dos años más tarde. De nuevo, la diplomacia matrimonial funcionó y la infanta María, hija también de los Reyes Católicos, ocupó su lugar como esposa de Manuel.


Pese a que esta política matrimonial no dio resultado inmediato, posteriormente en virtud de esta compleja red de relaciones familiares, Felipe II reclamó con éxito en 1580 el trono de Portugal, al morir sin descendencia el rey Sebastián.


Juan, casado con Margarita de Austria y muerto prematuramente (1497). Está enterrado en el Real Monasterio de Santo Tomás (Ávila).


Juana (Juana la Loca), se casó con Felipe de Austria (Felipe el Hermoso), hijo del emperador Maximiliano I de Austria.


María, casada con Manuel de Portugal, su cuñado, al morir su hermana Isabel.


Catalina, se casó con el príncipe heredero de la Corona de Inglaterra, Arturo, y tras la prematura muerte de éste, con su hermano, el que más adelante sería Enrique VIII de Inglaterra.


En otras palabras, ésta se orientó en la búsqueda de la alianza con Portugal y en la creación de una coalición opuesta a Francia que siempre había alegado pretensiones sobre ciertos territorios de la corona de Aragón, al declararse heredera del Imperio de Carlomagno, aunque no había sido enemiga de Castilla.


La proyección exterior bajo los Reyes Católicos: Política italiana y norteafricana


Mientras Castilla se lanzaba a la expansión atlántica y americana, los Reyes Católicos llevaron a cabo en Italia una política claramente heredera de la que había aplicado durante siglos la Corona de Aragón: enfrentamiento con Francia por el predominio en la península italiana.


Cerdeña y Sicilia estaban integradas en la Corona de Aragón y en Nápoles reinaba una rama bastarda de Alfonso V el Magnánimo. En un primer momento, Fernando el Católico y el monarca francés, Carlos VIII, buscaron una solución pactada. Fruto de esta actitud fue el Tratado de Barcelona (1493) por el que Aragón recuperaba el Rosellón y la Cerdaña. La ruptura, sin embargo, vino cuando Carlos VIII conquistó Nápoles en 1495. La reacción española fue inmediata y se enviaron tropas comandadas por un noble castellano, Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Tras una larga y compleja campaña militar, las tropas españolas incorporaron a la monarquía el reino de Nápoles en 1505. España se convertía en una gran potencia europea.


En el norte de África, los castellanos, enardecidos por la conquista de Granada, practicaron una política expansionista que buscaba neutralizar a los piratas berberiscos apoyados por la gran potencia del Mediterráneo oriental, el Imperio Turco. La conquista de Melilla (1497) y de Orán (1509), junto al establecimiento de protectorados en Bujía, Trípoli y Argel, parecía adelantar la conquista española del Magreb. Sin embargo, la derrota en las islas de Gelves frustró el sueño expansionista. La monarquía hispánica mantuvo algunas plazas fuertes en el norte de África pero no consiguió acabar con la piratería berberisca.




El descubrimiento de América








El descubrimiento de América en 1492 por Cristóbal Colón fue uno de los hechos más importantes de la historia europea y condicionó la evolución política, social y económica de los siglos siguientes.


Es posible que durante la Edad Media llegasen algunas expediciones nórdicas a la costa de Norteamérica, pero, ya desde comienzos del siglo XV, portugueses y castellanos habían iniciado un intento de llegar a Oriente (las Indias), proveedor de especias y de productos de gran valor, mediante un camino alternativo a las rutas tradicionales del Mediterráneo oriental.


Las crecientes dificultades del Imperio Bizantino, que finalmente caería con la toma por los turcos de Constantinopla en 1453, forzaron a los europeos occidentales a buscar rutas alternativas a Asia.


Fruto de estas expediciones fue la conquista castellana de las islas Canarias, que comenzó en 1402 por la isla de Lanzarote y concluyó en 1496 con la conquista de Tenerife.

A finales del siglo XV parecía claro que los portugueses se habían adelantado a los castellanos en la conquista de la ruta de las especias y de los metales preciosos, gracias al dominio que ya ejercían sobre la costa occidental africana. En este momento, Cristóbal Colón, que había estado a las órdenes del rey de Portugal, ofreció a los Reyes Católicos el proyecto de llegar a las Indias siguiendo una ruta hacia el oeste en lugar de bordeando todo el continente africano. Para poner en práctica su proyecto, Colón partía de la idea de la esfericidad de la Tierra, cuestión controvertida en la época. Finalmente, por las
Capitulaciones de Santa Fe, los Reyes Católicos acordaron con Colón el inicio de la expedición.


El 3 de agosto de 1492 Colón inició su viaje saliendo del puerto de Palos de la Frontera en Huelva. La expedición de tres naves llegó a una pequeña isla de las Antillas el 12 de octubre.


Durante mucho tiempo Colón siguió creyendo que había llegado a Asia por la ruta occidental, pero en realidad se había encontrado con la existencia de un continente desconocido en Europa: América.


La partición de las zonas de expansión y navegación entre Castilla y Portugal se acordó por el Tratado de Tordesillas (1494). Un meridiano situado a 370 leguas de Cabo Verde separó las dos zonas de influencia: la occidental para Castilla y la oriental para Portugal. De esta manera la costa africana y el actual Brasil quedaron en manos portuguesas, y el resto de América en manos castellanas.

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