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martes, 11 de mayo de 2010

S. XVIII

DESARROLLO DE LOS CONTENIDOS

- La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht

-El Despotismo Ilustrado: Carlos III

La guerra de Sucesión y el sistema de Utrecht

Introducción:

El inicio del S.XVIII viene marcado por un conflicto sucesorio en el trono hispano que derivara en abierta lucha entre las dos principales familias europeas.

La llegada de una nueva dinastía, tras la guerra de sucesión al trono español como será la de los Borbones conllevará numerosas transformaciones que van a afectar a todos los ámbitos, de entre ellos destacan los siguientes:

- La configuración de un Estado Unitario, siguiendo el modelo de la Francia Absolutista.

- La consolidación de la monarquía hispana como potencia de segundo orden en el ámbito internacional.

- Un proceso lento de recuperación demográfica y económica que se extiende a lo largo de toda la centuria.

- Un desarrollo cultural y científico auspiciado por la aparición del pensamiento ilustrado.

1. Guerra de Sucesión (1701-1713) y cambio dinámico.

La muerte in descendencia de Carlos II, origina una disputa entre las principales potencias continentales como son por un lado, Francia (representante de la dinastía Borbónica) y Austria (representante de la dinastía de los Habsburgo), ya que incorporar la monarquía hispana a su ámbito de influencia supone decantar el equilibrio de fuerzas a su favor y por ende conseguir la hegemonía europea.

Ambas potencias proponen a sendos candidatos como va a ser el Archiduque Carlos por parte austriaca o Felipe de Anjou por parte francesa (nieto de Luís XIV).

Este hecho se va a traducir en una lucha en dos frentes ya que por un lado se muestra un conflicto exterior (lucha por la hegemonía europea) como también un aspecto interior ( como va a ser la herencia e imposición de un nuevo modelo de estado y la instauración de una nueva dinastía política).

a) Causas del conflicto:

Carlos II, conociendo la problemática que se avecina ante la imposibilidad de un heredero legitimo al trono decide declarar como heredero al trono hispano a Felipe de Anjou, ya que temiendo por la integridad de los reinos (unión reinos de Castilla y Aragón) y con el fin de acabar la guerra contra Francia decide decantarse por este aspirante que da lugar a la instauración de una alianza hispano-francesa.

Ante este trascendental hecho, los principales países afectados deciden formar una coalición y firman la denominada “Alianza de la Haya (1701)” compuesta por Inglaterra, Austria y los países Bajos, a la que se sumará posteriormente Portugal y otros estados como Saboya contra el bando borbónico, lo que conlleva la declaración abierta de guerra 1702).

b) Desarrollo de la contienda: Guerra de Sucesión (1702-1715)

Este conflicto se muestra bastante complejo ya que tiene escenarios paralelos tanto en Europa como en la península.

1ª Fase (1702-1709) Favorable a la coalición liderada por Gran Bretaña.

2ª Fase (1709-1715) De predominio borbónico con fuerte implantación en Castilla pero d´bil n Aragón que comienza una contraofensiva tras la victoria borbónica en Almansa que permite el avance de Felipe sobre los reinos de Navarra y Aragón.

El inicio del desenlace ocurre en 1711 debido a la siguiente situación:

- Felipe de Anjou controla Castilla, Reino de Valencia y Aragón

- Carlos de Austria controla Cataluña, los Países Bajos e Italia.

En esta situación se produce un hecho capital como va a ser la muerte del emperador de Alemania Leopoldo I (padre del archiduque Carlos) (1705) y posteriormente la de su primogénito José I (1711) hace necesario que sea Calos el que tenga que hacer frente a la sucesión de la corona imperial alemana y si Gran Bretaña no quería ver a España y Francia bajo un mismo monarca, que podía ser Felipe V si sucedía a su abuelo Luís XIV, menos aún toleraba que el emperador de Alemania fuera rey de España, como en tiempos de Carlos V.

En 1712, Felipe V renuncia formalmente a los posibles derechos a la sucesión a la Corona de Francia por lo que queda asegurado que, si España y Francia iban a ser gobernados por una misma dinastía lo serían por distintos monarcas.

Así las cosas, los contendientes acordaron reunirse en Utrecht y sellar la Paz (11 de Abril de 1713, aunque aun le queda por pacificar a Felipe V la zona catalana que cae tras un duro cerco a la ciudad condal el 11-IX-1714.

c) Consecuencias del conflicto: El Tratado de Utrecht.

Las principales consecuencias del conflicto sucesorio en la monarquía hispana van a ser:

- Se establece un nuevo ordenamiento político europeo por el cual a Felipe V se le va a reconocer legalmente, como rey de España (nueva dinastía: Borbones), a cambio de las siguientes concesiones:

o Concesiones de España a Austria:

§ Adquiere territorios europeos como: Milanesado, Flandes, Nápoles y Cerdeña.

o Concesiones a Inglaterra:

§ Enclaves estratégicos como: Terranova, Gibraltar y Menorca, además de beneficios en el comercio con las colonias americanas como son que se les permite entrar en el comercio de esclavos (negros) y la posibilidad de enviar un navío anual para comerciar con las colonias españolas.

o España pierde: principales posesiones europeas, enclaves estratégicos, monopolio del comercio con las Indias y se consolida como potencia de segundo orden tras la larga decadencia ocurrida durante la centuria anterior (S.XVII).

- Felipe V va a imponer un sistema político de carácter centralista donde el centro y el modelo va a ser Castilla “castellanización de la corona de Aragón, suprimiendo los fueros internos de la Corona de Aragón (Decretos de Nueva Planta).

2. Reformas internas.

- La llegada de la dinastía borbónica al trono español conlleva el desarrollo de un amplio grupo de medidas de carácter reformador. La finalidad es intentar restaurar en lo posible, el prestigio perdido y así los principales a reformar son:

1. La Ordenación del territorio.

El Reinado de Felipe V tiene como primer objetivo una profunda reforma de la administración española, para ello se va a tomar como modelo a el francés, caracterizado por una fuerte centralización que conlleva la finalización de los diferentes reinos que componían el Estado español así como sus leyes propias (fueros) e instituciones características desarrolladas a lo largo del gobierno de los monarcas de la dinastía Hamburgo (S. XVI-XVII).

Además para llevar a cabo tal fin, Felipe V va a aprovechar la coyuntura debido por el apoyo tácito de la corona de Aragón a su adversario en la sucesión, el archiduque Carlos.

a) En este sentido se publicaron “los Decretos de Nueva Planta” (1707-1716), con los cuales se eliminaron los consejos respectivos de cada reino (Valencia, Cataluña, Aragón y Mallorca), además se introducen las leyes de Castilla y sus tribunales (Chancillerías y audiencias). Se suprimen también las fronteras que dividían a los distintos reinos entre sí y se impone el uso del castellano como lengua oficial. Así pues, todo el territorio queda uniforme y más o menos homogeneizado al modelo castellano, a excepción de las provincias vascas y Navarra que mantienen sus fueros históricos debido a su fidelidad durante el conflicto con Felipe V.

Conclusión:

- Abolición fueros y fronteras corona de Aragón.

- Imposición sistema centralizado al modo francés

- Adopción instituciones castellanas.

b) Centralización y reforma administrativa. La forma de gobierno de los borbones va a ser el absolutismo, a imagen del modelo francés, aunque a partir de Fernando VI (S.XIX) se va desarrollando el despotismo ilustrado que bajo la figura del monarca Carlos III encontrará su prototipo.

Las características de la centralización son:

- Homogeneización de las Instituciones.

- Mantenimiento único de las cortes castellanas aunque pierden poder frente al monarca

- Mayor control de la Iglesia dentro del territorio, (regalismo) patente en medidas tales como la expulsión de la compañía de Jesús debido a su vinculación directa con el Papa.

- Reorganización de la Hacienda, ya que se centralizan los impuestos, se crea el catastro (impuesto sobre propiedad) y también la Lotería Nacional así como se ponen las bases de un incipiente sistema bancario nacional con la instauración del Banco de San Carlos.

- También se reorganiza la administración territorial al dividirse el país en -provincias al frente de las cuales se mantiene una triple estructura:

o La autoridad judicial, en manos de las Audiencias.

o La autoridad militar, bajo mando de las Capitanías generales.

o La administración civil y económica, en manos de los intendentes.

- El ejército también experimenta una profunda transformación ya que se sustituyen los famosos tercios por regimientos y se introducen las actuales graduaciones militares. Se establece pues, un ejercito permanente y un servicio militar obligatorio.

- También se propulsó la construcción naval y en especial, el desarrollo de la marina de guerra debido a la gran perdida de la flota española en la guerra.

3. Reformas económicas y sociales.

a) Reformas en la agricultura.

La agricultura es la base de la economía de la sociedad española del momento (principal sector económico), a lo que hay que añadir que España es un país eminentemente rural.

Durante este siglo XVIII se produce un paulatino crecimiento de la producción agraria debido principalmente a la extensión de las zonas de cultivo. La propiedad de la tierra continúa en las mismas manos, principalmente de la Iglesia, la Nobleza (grandes terratenientes), municipios y también la Corona (propiedad Real).

Van a ser dos ministros ilustrados los que van a intentar una reforma agraria (1766) que pretende la liberación parcial de las tierras con el fin de ponerlas en cultivo. No obstante, su desarrollo será muy parcial y ese problema central será heredado por las centurias futuras.

b) Reformas en la Industria.La industria en la España del Siglo XVIII continua siendo fundamentalmente de base artesanal. No obstante, van a surgir dos nuevas formas de producción que van a completar a la tradicional (artesanal), y va a ser:

- la industria de tipo doméstico (domestic system) que supone una fase de protoindustrialización al llevarse el trabajo industrial al ámbito privado, principalmente las actividades de tipo textil y así también el cultivo de la seda.

- Aparición de las primeras industrias, concentradas principalmente en manos del Estado (monopolios estatales) como son las Reales fábricas de tabaco o de objetos de lujo como tapices, cristales o porcelana.

No obstante el proteccionismo económico estatal va a favorecer la aparición de las primeras industrias, sobretodo la textil (algodón en la zona de Cataluña) y la siderurgia, aunque de forma rudimentaria, localizada en la cornisa cantábrica.

c) Comercio.Este sector es concebido como el motor de la modernización económica y va a operar un gran crecimiento tanto en el ámbito interior (Comercio Interior) debido a medidas tales como la mejora de las vías de comunicación, principalmente terrestres, y sobretodo al fomento del transporte naval a través del desarrollo de la construcción de astilleros y el desarrollo de nuevos puertos navales como Barcelona, Valencia, Cartagena, Cádiz o Sevilla. Por otro lado, también se expande el comercio exterior, principalmente con las colonias americanas a través de la promulgación de medidas como la liberalización del monopolio comercial entre Sevilla y las colonias, ya que con anterioridad, el único puerto al que le estaba permitido el comercio colonial era éste (Casa de Contratación), permitiéndose el comercio a otros puertos españoles.

También durante este siglo, se lleva a cabo un reforzamiento de los sistemas defensivos portuarios tanto peninsulares como coloniales a través de la edificación de murallas y sistemas de defensa naval. La finalidad es evitar las numerosas incursiones tanto de los piratas como de los musulmanes y sobretodo fomentar una seguridad que provoque un mayor comercio.

d) Crecimiento demográfico.

El Siglo XVIII supone un aumento demográfico, ya que a inicios del Siglo XVIII, la población española es de 7,5 millones de habitantes y al final del S. XVIII es de 10,5, por lo que la población española crece a lo largo de esta centuria un 30%.

El crecimiento va a ser mayor en la zona mediterránea debido a un mayor dinamismo condicionado al desarrollo del comercio y de otras actividades productivas, y menor en el interior (zonas de Galicia y castilla)

Las principales causas del crecimiento demográfico son:

- factores demográficos como son:

o Aumento nupcialidad

o Aumento natalidad

o Descenso mortalidad catastrófica

o Descenso migratorio

o Mejora de la higiene y sanidad

- factores económicos como:

o crecimiento producción agrícola (expansión zonas de cultivo)

o crecimiento producción continuado a excepción de una gran crisis de subsistencias (1776- Motín de Esquilache)

e) Cambio Social.

El cambio producido por la implantaciones de toda esta amplia batería de reformas producen y conllevan importantes cambios sociales, entre los que se destacan los siguientes:

- Desarrollo de la burguesía como incipiente clase social, que va a minar los cimientos de la sociedad estamental a favor de una sociedad de clases.

- La modificación de la estructura social conlleva:

o El campesinado sigue siendo la mayoría de la población.

o Aumento de las clases medias, sobretodo en los sectores del artesanado y de la burguesía tanto comercial como financiera.

o Aumento asalariados y empleados domésticos.

o Marginados

o Nobleza dividida en:

§ Gran Nobleza: mantiene su poder.

§ Mediana y pequeña nobleza, que se va a unir a la burguesía en búsqueda de reciproca mejora social compuesta por empobrecidos hidalgos mayoritariamente que ven perdidas parte de sus prerrogativas.

o El clero, que pierde poder debido a la política regalista, por lo que su importancia y efectivos decrecen, manteniéndose como un sector a reformar.

CONCLUSIÓN:

El Siglo XVIII, va a ser un periodo crucial en la Historia de España, ya que si bien se inicio con un conflicto bélico de carácter sucesorio que va a tener una profunda repercusión tanto interna como externa, su desenlace mostrará la reorganización en la hegemonía de las distintas potencias europeas consolidando a España como potencia de segundo orden. Este hecho, unido a la llegada de una nueva dinastía provocaran profundos cambios estructurales materializados en el desarrollo de un amplio programa de reformas que afectan a todos los ordenes, institucional (estado centralista) política exterior (España va a formar parte del ámbito francés patente en los distintos pactos de familia, en el económico, a través de las reformas en el comercio o en la industria que van a conllevar un crecimiento económico que a su vez modifican irreversiblemente las estructuras sociales y culturales como va a ser la aparición y desarrollo de la Ilustración que se hace patente en un mayor interés por el conocimiento que incide en la política de los monarcas a través del denominado 2despotismo ilustrado” como nueva forma de gobierno.

Todo ello nos muestra como este, nuestro siglo XVIII se muestra capital para comprender la Historia de España como un proceso complejo, profundo y apasionante que continua en nuestros días.

El Despotismo ilustrado: El Reinado de Carlos III


El despotismo ilustrado es un movimiento político que aparece en Europa a mediados del Siglo XVIII.. Es un movimiento heredero del proyecto de la “modernidad” que se inicia con el Renacimiento y que va a tener su punto álgido en la Ilustración, cuya aplicación parcial por parte de los monarcas absolutistas del Siglo XVIII va a provocar su origen y definición, sobretodo en el ámbito central y occidental europeo.

El Despotismo ilustrado es pues, la utilización que hacen los poderes políticos de algunas de las ideas de la Ilustración. Las prácticas del Despotismo ilustrado alcanzan a buena parte de los países europeos: la Prusia de Federico II, la Rusia de Catalina II, la Austria de María Teresa y José II o la España de Carlos III…

El régimen político más extendido en el siglo XVII es el absolutismo, cuya figura paradigmática se encarna en el monarca francés Luís XIV, abuelo de Felipe V.

Las principales características del Absolutismo son:

- Gobierno despótico del monarca “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”

- El carácter divino del monarca que “sólo responde ante Dios”

- Fuerte centralismo

- Control absoluto e ilimitado del monarca

Frente a éste Absolutismo “clásico” del S. XVII va a surgir un “nuevo” absolutismo durante la segunda mitad del siglo XVIII que va a recibir el nombre de “Despotismo Ilustrado”, que se puede definir como “la utilización de la ideología ilustrada por parte de los monarcas absolutos”. Ahora bien para ello hay que definir la ideología ilustrada como:

La Ilustración[1] es un pensamiento crítico y reformista. Los reyes absolutos, pues, del siglo XVIII (los llamados “déspotas ilustrados”), toman de la Ilustración lo que les conviene y, apoyándose en ella, introducen en sus estados una serie de reformas y mejoras importantes: suprimen los restos que aún quedaban de feudalismo (es el caso de Federico II de Prusia y María Teresa de Austria); protegen la agricultura con la construcción de canales y pantanos y con la introducción de nuevos cultivos; urbanizan y modernizan las ciudades (Carlos III de España fue el que convirtió a Madrid en ciudad moderna abriendo grandes avenidas, construyendo monumentos y dotándola de alumbrado público).

Introducen reformas judiciales, por ejemplo, suprimiendo la tortura que hasta entonces se había utilizado por los jueces como forma corriente de investigación; y crean multitud de centros educativos, como academias y universidades. Sin embargo, estas reformas se llevan a cabo sin contar con el pueblo; el lema del despotismo ilustrado es “todo para el pueblo pero sin el pueblo”.

Además, rechazan lo que es más importante de la Ilustración: la libertad política. Por eso, la burguesía ilustrada, que al principio apoya la reforma de los reyes, cuando ven que estos no conceden lo más importante, la libertad, se vuelven contra el absolutismo y se producen revoluciones. (Revolución francesa 1789).

CARLOS III: Monarca Ilustrado

Rey de Nápoles (1734-59) y de España (1759-88), perteneciente a la Casa de Borbón (Madrid, 1716-88). Era el tercer hijo de Felipe V, primero que tuvo con su segunda mujer, Isabel de Farnesio, por lo que fue su hermanastro Fernando VI quien sucedió a su padre en el Trono español. Carlos sirvió a la política familiar como una pieza en la lucha por recuperar la influencia española en Italia: heredó inicialmente de su madre los ducados de Parma, Piacenza y Toscana (1731); pero más tarde, al conquistar Nápoles Felipe V en el curso de la Guerra de Sucesión de Polonia (1733-35), pasó a ser rey de aquel territorio con el nombre de Carlos VII. La muerte sin descendencia de Fernando VI, sin embargo, hizo recaer en Carlos la Corona de España, que pasó a ocupar en 1759, dejando el Trono de Nápoles a su tercer hijo, Fernando IV.

Carlos III: Rey de España (1759-88)

1ª Fase: Acceso al trono

Carlos III es el tercer hijo de Felipe V, a este monarca le sucede su primogénito Luís I que fallece el mimo año que es coronado, con lo cual, la corona vuelve a su padre Felipe V, con posterioridad le sucede su hijo Fernando VI que gobierna desde 1746-1759, pero este monarca (hermano de Carlos) fallece sin descendencia ante lo cual, Carlos, que hasta ese momento había ocupado el Reinado de Nápoles, tiene que hacerse cargo de la dirección de la monarquía hispánica.

A diferencia de sus antecesores (hermanos), Carlos III se muestra como un hombre muy capaz en las labores de gobierno con 25 años de experiencia en la dirección política del reinado de Nápoles, ejerciendo el poder de una forma directa y permanente.

2ª Fase: Primera parte del Reinado: Política de reformas.

Mantiene a gran parte de los secretarios de su predecesor pero también incorpora a personas de su confianza como por ejemplo el marqués de Esquilache al frente de Hacienda. Otros cargos van a ser ocupados por ilustrados como Campomanes o el futuro Conde de Floridablanca.

Todos estos ministros ponen en marcha un amplio programa reformista dirigido a modernizar el país, al criticar las tierras improductivas en manos de los grupos privilegiados o también la defensa e impulso de la industria y comercio.

Respecto a la política exterior, va a firmar el tercer pacto de familia entre Francia y España.

Durante esta primera fase de reinado se va a producir un hecho capital qu marcó su reinado como fue el denominado “Motín de Esquilache” (1766) debido a que el año anterior se había decretado la libertad del precio del trigo con el fin de estimular la competencia pero que degeneró en una medida muy impopular ya que ese año se produjo una mala cosecha (descenso oferta) y un almacenamiento especulativo de gran parte del grano por parte de los vendedores, lo que provocó una subida desorbitada del mismo que gran parte de las clases populares no pudieron hacer frente. Además este hecho fue aprovechado por los detractores de las reformas (Nobleza y Clero) para iniciar una campaña propagandística de descrédito hecho que se unió a la prohibición de llevar capas y sombreros de ala ancha. Como medida para hacer descender los atracos y asaltos, pero que chocaba con las costumbres de la mayor parte de la población, por lo que se dio comienzo a una revuelta popular de profundo calado que conllevó las siguientes consecuencias políticas:

- destitución de Esquilache y en su lugar se asciende al Conde de Aranda.

- Se aprovecha la revuelta para justificar la expulsión de los jesuitas debido a su gran poder e influencia política, religiosa y educativa

3ª Fase: Segunda parte del Reinado (1766-1788)

EL GIRO CONSERVADOR.

A partir de 1766, Carlos III va a dar un giro en su orientación política y asi va a dejar el gobierno bajo manos conservadoras (Conde de Aranda), ya que el rey había experimentado tanto el miedo a las clases populares como también la reacción de los grupos privilegiados a su política de reformas.

Asi, poco a poco, va perdiendo el impulso modernizador, que tras la muerte del monarca en 1788 y al frente del gobierno del Conde de Floridablanca va a suceder su hijo Carlos IV.

La muerte de Carlos III supone el fin del despotismo ilustrado en la península debido a que tras los sucesos acaecidos enla vecina Francia (revolución francesa 1789) se va a producir una reacción conservadora como forma para atajar la expansión y propagación del “ideario revolucionario” imponiéndose una política de claro corte moderado y tradicionalista bajo el reinado de Carlos IV.

- Política de reformas.

En la línea del despotismo ilustrado propio de su época, Carlos III realizó importantes reformas -sin quebrar el orden social, político y económico básico- con ayuda de un equipo de ministros y colaboradores ilustrados como Esquilache, Aranda, Campomanes, Floridablanca, Wall y Grimaldi. Reorganizó el poder local y las Haciendas municipales, poniéndolos al servicio de la Monarquía.

Puso coto a los poderes de la Iglesia, recortando la jurisdicción de la Inquisición y limitando -como aconsejaban las doctrinas económicas más modernas- la adquisición de bienes raíces por las «manos muertas»; en esa pugna por afirmar la soberanía estatal expulsó de España a los jesuitas en 1767.

Fomentó la colonización de territorios despoblados, especialmente en la zona de Sierra Morena, donde las «Nuevas Poblaciones» contribuyeron a erradicar el bandolerismo, facilitando las comunicaciones entre Andalucía y la Meseta.

Reorganizó el ejército, al que dotó de unas ordenanzas (1768) destinadas a perdurar hasta el siglo xx. Creó la Orden de Carlos III para premiar el mérito personal, con independencia de los títulos heredados.

Protegió las artes y las ciencias; apoyó a las Sociedades Económicas de Amigos del País, en donde se agrupaban los intelectuales más destacados de la Ilustración española; sometió las universidades al patronazgo real y creó en Madrid los Estudios de San Isidro (1770) como centro moderno de enseñanza media destinado a servir de modelo.

Creó manufacturas reales para subvenir a las necesidades de la Monarquía (cañones, pólvora, armas blancas, cristal, porcelana…), pero también para estimular en el país una producción industrial de calidad.

En esa misma línea, impulsó la agricultura (decretando el libre comercio de granos y organizando cultivos experimentales en las huertas reales de Aranjuez) y el comercio colonial (formando compañías como la de Filipinas y liberalizando el comercio con América en 1778).Cuando el rey murió en 1788 terminó la historia del reformismo ilustrado en España, pues el estallido de la Revolución francesa al año siguiente provocó una reacción de terror que convirtió el reinado de su hijo y sucesor, Carlos IV, en un periodo mucho más conservador.

Y, enseguida, la invasión francesa arrastraría al país a un ciclo de revolución y reacción que marcaría el siglo siguiente, sin dejar espacio para continuar un reformismo sereno como el que había desarrollado Carlos III.

CONCLUSIÓN

Entre los aspectos más duraderos de su herencia quizá haya que destacar el avance hacia la configuración de España como nación, a la que dotó de algunos símbolos de identidad (como el himno y la bandera) e incluso de una capital digna de tal nombre, pues se esforzó por modernizar Madrid (con la construcción de paseos y trabajos de saneamiento e iluminación pública) y engrandecerla con monumentos (de su época datan la Puerta de Alcalá, el Museo del Prado -concebido como Museo de Ciencias- o la inauguración del Jardín Botánico) y con edificios representativos destinados a albergar los servicios de la creciente Administración pública. El impulso a los transportes y comunicaciones interiores (con la organización del Correo como servicio público y la construcción de una red radial de carreteras que cubrían todo el territorio español convergiendo sobre la capital) ha sido, sin duda, otro factor político que ha actuado en el mismo sentido, acrecentando la cohesión de las diversas regiones españolas.



[1] I.Kant ¿Qué es la Ilustración?. La ilustración es la salida del hombre de su minoría de edad. El mismo es culpable de ella. La minoría de edad estriba en la incapacidad de servirse del propio entendimiento, sin la dirección de otro. Uno mismo es culpable de esta minoría de edad cuando la causa de ella no yace en un defecto del entendimiento, sino en la falta de decisión y ánimo para servirse con independencia de él, sin la conducción de otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valor de servirte de tu propio entendimiento! He aquí la divisa de la ilustración.

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