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lunes, 17 de mayo de 2010

La II República.Evolución política: Constitución de 1931, bienio reformista,








Esquema de los contenidos:



A) Evolución política: Constitución de 1931, bienio reformista,


-Introducción.

- Antecedntes


- Proclamación de la República y gobierno provisional.



- Constitución de 1931



- Elecciones y Gobierno republicano-socialista (Azaña)



- Crisis Casas viejas y convocatoria elecciones



- Elecciones y gobierno radical- cediste (Lerroux)



o Revolución de 1934



- Elecciones Febrero de 1936 y Frente Popular.



- Ambiente de Preguerra



- Conclusiones



Desarrollo de los contenidos:



LA SEGUNDA REPÚBLICA (1931-1936).



A) El Bienio reformista y la Constitución de 1931.



1. El gobierno provisional de la República, presidido por D. Niceto Alcalá Zamora convocó elecciones legislativas para el 28 de Junio mientras tanto llevó a cabo las siguientes reformas:



- Reforma Agraria (jornada de 8 horas, prioridad contratación jornaleros del mismo municipio, necesidad de mantener las tierras en cultivo, etc).



- Educación (Creación de 6750 escuelas y 7000 plazas de profesores, separación de la Iglesia de labores educativas etc).



- Ejercito (necesidad de retirar numerosos altos cargos a través jubilación anticipada).



- Iglesia (Las relaciones entre Iglesia- República se mantuvieron tensas durante todo el periodo debido:


a. Apoyo de la Iglesia a la monarquía.



b. Incidentes anticlericales (quema de conventos) producidos tras la proclamación de la República.



c. Medidas adoptadas por el gobierno con la intención de establecer un gobierno aconfesional (matrimonio civil, divorcio, cementerios civiles, Ley de Congregaciones Religiosas etc.)


- Todo ello causó la constante oposición de la Iglesia al régimen republicano.



El triunfo de las candidaturas republicanas en las grandes ciudades precipitó el 14 de Abril de 1931 la proclamación de la República. La amplitud del movimiento popular llevó a que el rey Alfonso XIII, aislado y sin apoyos, se exiliara.



Inmediatamente se formó un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora y formado por republicanos de izquierda y derecha, socialistas y nacionalistas. El gobierno debía dirigir el país hasta que unas nuevas Cortes Constituyentes dieran forma al nuevo régimen.


No obstante, el nuevo gobierno tuvo que responder desde un principio al ansia general de reformas. Adoptó las primeras medidas para la reforma agraria, inició reformas laborales, emprendió la reforma militar, aprobó legislación educativa y puso en marcha el Estatuto provisional de autonomía de Cataluña.


El ambiente social, sin embargo, se encrespó inmediatamente. A la vez que la CNT anarquista promovía una amplia campaña de huelgas, los enfrentamientos entre la Iglesia y el nuevo gobierno fueron inmediatos. El sector más conservador de la Iglesia, encabezado por el Cardenal Segura, puso todo tipo de trabas al nuevo ejecutivo. El viejo anticlericalismo afloró de nuevo y en mayo de 1931 diversas iglesias y conventos fueron asaltados y quemados. La opinión pública católica se alejó desde un primer momento del nuevo régimen republicano.


Finalmente, en junio de 1931, tuvieron lugar las elecciones a Cortes Constituyentes en un ambiente de relativa tranquilidad. Las urnas dieron una clara mayoría de la coalición republicano-socialista. La nueva Constitución, aprobada en diciembre de 1931, reflejó las ideas de esta mayoría. Estos son sus principales rasgos:


Soberanía popular. Se declaraba al nuevo estado español como una "República democrática de trabajadores de todas clases".


Sufragio universal masculino y femenino. Tras un largo y complejo debate en las Cortes, las mujeres españolas obtuvieron el derecho de voto.


Extensa declaración de derechos y libertades.


o Derechos civiles: divorcio, equiparación hijos legítimos e ilegítimos.


o Derecho a la educación.


Poderes del Estado

o Poder legislativo quedó en manos de unas Cortes unicamerales.

o Poder ejecutivo

Presidente de la República con escasos poderes.

Jefe de Gobierno, nombrado por el Presidente pero que debía contar con la aprobación de las Cortes.

· Poder judicial en manos de los tribunales de justicia.

Por primera vez en nuestra historia, se establece el derecho de las regiones a establecer Estatutos de Autonomía.


En lo relativo a la "cuestión religiosa" se establece un estado laico:


o Separación de la Iglesia y el Estado

o Desapareció el presupuesto de culto y clero

o Prohibición de ejercer la educación

o Libertad de conciencia y cultos


2. El Gobierno constitucional (Dic 31- Nov 33)


- Niceto Alcalá Zamora (presidente República)

- Manuel Azaña (jefe de gobierno).



El Gobierno constitucional continua con las reformas emprendidas como son la reforma agraria, militar, educativa o los procesos de autonomía emprendidos como el catalán.

Los principales aspectos de este gobierno son:

· Reforma Agraria[1] (El gobierno incauta las tierras que no estaban en labor con la intención de distribuirlas entre los campesinos, este proceso se mostró lento por lo cual decepcionó las esperanzas de los campesinos.

· Los Estatutos de Autonomía.

Se establece el 9 de Sept. De 1932 el Estatuto de Autonomía para Cataluña, estableciéndose:

- Su entidad como región.

- El control de diversos aspectos por parte del poder central.

- Concesión de amplias competencias en terrenos legislativos a la Generalitat (poder regional)



Se inicia los procesos de autonomía del País Vasco y Navarra, pero debido a su lentitud y complejidad no serían retomados hasta la victoria del Frente Popular.

En Galicia se inició el proceso autonómico pero no se avanzó hasta 1936.



El Bienio Reformista (1931-1933)



Tras aprobarse la Constitución, se inició un nuevo período con un gobierno presidido por Manuel Azaña y formado por republicanos de izquierda y socialistas. En diciembre, Niceto Alcalá Zamora fue elegido Presidente de la República.



El gobierno republicano-socialista emprendió un amplio programa de reformas en un contexto económico desfavorable, marcado por el ascenso del paro. Estas fueron sus principales medidas:



Reformas laborales, iniciadas desde el Ministerio del Trabajo por el socialista Largo Caballero, que favorecían la posición de los trabajadores y sindicatos y encontraron la cerrada oposición de los empresarios.


Reforma educativa:


Amplio programa de construcción de escuelas y contratación de maestros: 6750 escuelas y 7000 maestros con mejores salarios.



Enseñanza mixta



La Religión dejó de ser asignatura obligatoria lo que agudizó el enfrentamiento con la Iglesia



Reforma militar. Buscando garantizar la fidelidad del Ejército al nuevo régimen republicano y propiciar la reducción del excesivo número de jefes y oficiales, se exigió el juramento de fidelidad al nuevo régimen republicano, pudiendo optar los que se negaran a ello al retiro voluntario con paga completa.


Reforma agraria:



Se aprobó en 1932 la Ley de Bases de la Reforma Agraria. Con ella se buscaba el reasentamiento de campesinos sin tierra en latifundios insuficientemente explotados.



Su aplicación fue un fracaso y muy pocos campesinos se beneficiaron de la ley. Esto provocó un decepción generalizada entre el campesinado en un contexto económico de paro creciente.



- La oposición al gobierno



La derecha tradicional quedó desorganizada tras la proclamación de la República en los primeros meses del nuevo régimen. La oposición conservadora quedó restringida a las Asociaciones Patronales como la Unión Económica Nacional y el Partido Radical de Lerroux. Este grupo de centro-derecha dirigió la oposición al gobierno en las Cortes.



Por otro lado, la izquierda revolucionaria no dio tregua al nuevo gobierno. La Confederación Nacional del Trabajo (CNT), con más de un millón de afiliados, siguió la línea extremista marcada por los militantes de la Federación Anarquistas Ibérica (FAI). El minoritario Partido Comunista de España (PCE) se hallaba también instalado en una línea radical, defendida en aquel momento por la Komintern y Stalin.

- Las tensiones sociales y políticas



La crisis económica, la línea radical propiciada por la CNT y la negativa de la patronal a las reformas llevaron a un marco de fuertes tensiones sociales. Los enfrentamientos entre huelguistas y la Guardia Civil fueron frecuentes y a menudo violentos (Castilblanco, Arnedo, Baix Llobregat).



El debate en Cortes del Estatuto de Cataluña y la Ley de Reforma Agraria provocaron un oposición cerrada en las fuerzas de derecha. De nuevo, las fuerzas conservadoras recurrieron al tradicional método de la insurrección militar. El general Sanjurjo intentó un golpe de estado militar en Sevilla agosto de 1932. La "Sanjurjada", mal preparada y con desigual apoyo en el ejército, fracasó.



La reacción de las fuerzas que apoyaban al gobierno fue inmediata. Las Cortes aprobaron la Ley de Reforma Agraria y del Estatuto de Autonomía de Cataluña. En este territorio, la Esquerra Republicana de Catalunya, dirigida por Francesc Maciá, triunfó en las primeras elecciones autonómicas.



Pese al fracaso de Sanjurjo, el gobierno republicano-socialista daba muestras de claro desgaste. En ese contexto, se produjeron los graves incidentes de Casas Viejas, en los que la Guardia de Asalto sitió y mató a un grupo de campesinos anarquistas. El escándalo consiguiente llevó al gobierno a la decisión de convocar nuevas elecciones en noviembre de 1933.



Para estas elecciones, la derecha se había reorganizado. Tres nuevos grupos se presentaron a los comicios:



La Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), dirigida por Gil Robles, grupo mayoritario auspiciado por la Iglesia Católica.



Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, en la que se agruparon los monárquicos.



Falange Española, la versión española del fascismo, dirigida por Jose Antonio Primo de Rivera, hijo del dictador.



Mientras la izquierda se presentó fragmentada en múltiples grupos y los anarquistas llamaron a la abstención.



Las elecciones dieron la victoria de los grupos conservadores: Partido Republicano Radical y la CEDA.



El triunfo conservador fue contestado por una insurrección anarquista que fue tuvo como resultado más de cien muertos.


B) BIENIO DE CENTRO-DERECHA Y FRENTE POPULAR.


Debido a una crisis política ocurrida entre los partidos políticos que apoyaban el gobierno de D. Manuel Azaña (sucesos de Casas Viejas y desavenencias con el presidente) decide disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.





El resultado de las elecciones de 1933[2] fue favorable a las candidaturas de derecha y centro suponiendo una derrota para los partidos de izquierda, ello fue posible debido:





a) Reorganización de la Derecha española en dos grupos:



1. Grupos o partidos antirrepublicanos (Monárquicos, carlistas y fascistas (JONS y Falange española).



2. Grupos conservadores unificados alrededor de la CEDA de José Mª Gil Robles.



3. Perdida de apoyo popular debido a la lentitud de las reformas.



4. Voto femenino.


l nuevo gobierno fue presidido por D. Alejandro Lerroux líder del Partido Radical con el apoyo de la CEDA.


Este gobierno de centro-derecha tuvo que hacer frente a un importante hecho como fue:














LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE 1934.[3]


Pocos meses después del triunfo de la derecha, sectores del PSOE y de la UGT prepararon una insurrección armada acompañada de una huelga general, el motivo fue la entrada de miembros de la CEDA al gobierno.



La insurrección solo triunfó en Asturias debido a la unión de socialistas y anarquistas (UGT y CNT) y al control minero por parte de los obreros).



La Revolución asturiana fue duramente reprimida por el Gobierno que envió al ejército de África y la Legión comandada por un joven militar en ascenso (el general Franco).



La labor legislativa de este gobierno de centro-derecha fue la de “rectificar” y paralizar las reformas emprendidas por el gobierno anterior, en aspectos tales como:


- Reforma Agraria.


- Se detuvo el proceso de entrega de tierras.



- Libertad de contratación y salarios.



- Expulsión jornaleros de las tierras ocupadas.


- Paralización reforma militar (Se reubican a Generales antirrepublicanos como Godet, Mola y Franco y amnistía militares golpe de estado Sanjurjo.

- Política religiosa y educativa paralizada


- Bloqueo de los Estatutos de Autonomía.


A raíz de la crisis de 1934 (Revolución de Asturias), el gobierno quedó muy erosionado debido a su labor represiva así como por la implantación de contrarreformas profundamente impopulares como la Ley Agraria que deshacía parte de las conquistas del Bienio anterior.



Unido a esto el gobierno de Lerroux tuvo que dimitir a consecuencia de un escándalo de corrupción conocido como el “Estraperlo”.



Ante esta situación de inestabilidad el presidente convocó nuevas elecciones a Cortes.



- El bienio radical-cedista (1933-1936)



Tras las elecciones, Lerroux formó un gabinete conformado exclusivamente por miembros de su partido. La CEDA apoyó al gobierno desde el Parlamento. Lerroux se vio así obligado a iniciar lo que los grupos de derecha reclamaban, una política de rectificación de las reformas del bienio anterior. Esta nueva política se concretó en la paralización de las reformas iniciadas:



Paralización de la reforma agraria, con la consiguiente expulsión de las tierras que habían ocupado de miles de jornaleros.



Paralización de la reforma militar y designación para puestos clave de militares claramente antirrepublicanos como Franco, Goded o Mola. Esta nueva política fue completada con un amnistía para los participantes en el golpe de Sanjurjo en 1932.



Conciliación con la Iglesia Católica.



Paralización de las reformas educativas. Parón en el programa de construcciones escolares y anulación de la enseñanza mixta.



Enfrentamiento a los nacionalismos periféricos. Freno al proyecto de Estatuto de Autonomía vasco, presentado por el PNV y enfrentamientos con la Generalitat catalana, que presidía Lluis Companys, dirigente de ERC, desde enero de 1934.



- Radicalización del enfrentamiento político



En un contexto de crisis económica internacional y de triunfo de los extremismos en Europa con el triunfo de Hitler en 193 y la consolidación de la dictadura de Stalin en la URSS, la lucha política se radicalizó en nuestro país. España se polarizó entre las "derechas" y las "izquierdas".



Derechas:



La CEDA de Gil Robles agrupaba a las clases medias y populares católicas. Las Juventudes de Acción Popular (JAP), organización juvenil del partido, tenían ya en aquel momento rasgos claramente fascistas.



En Renovación Española, dirigida por Calvo Sotelo, se agrupaban los monárquicos con posturas cada vez más extremistas y antidemocráticas.



Finalmente, la Falange Española de Jose Antonio Primo de Rivera se fusionó en 1934 con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) de Ledesma. Quedaba así constituido el núcleo político de ideología fascista en España.



Izquierdas:



La Izquierda Republicana de Manuel Azaña agrupaba el centro-izquierda que había optado por una política de reformas y de alianzas con el movimiento obrero.



El PSOE, el mayor partido obrero, estaba dirigido por un grupo de líderes a menudo enfrentados. Indalecio Prieto y Largo Caballero representaban el ala más moderada y más radical del partido. En general, el PSOE vivió un claro proceso de radicalización.



El PCE seguía las nuevas directrices de la Komintern y buscaba una alianza de la izquierda contra el fascismo. La experiencia alemana y el ascenso de Hitler en enero de 1933 habían hecho rectificar a Stalin y buscar alianzas con todas las fuerzas de centro-izquierda.



La CNT seguía ligada a la acción revolucionaria, aunque había quedado muy mermada tras el fracaso de la insurrección de diciembre de 1933.



Los continuos enfrentamientos del gobierno de la Generalitat catalana con el gobierno de derechas de Madrid habían propiciado que la Esquerra Republicana de Catalunya dirigida por Lluis Companys girara a la izquierda en sus posiciones políticas.



- Revolución de Octubre de 1934



La creciente tensión entre los dos polos políticos culminó con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. Esta remodelación del gobierno fue interpretada por la izquierda como el anuncio del triunfo inminente del fascismo en nuestro país. La cada vez más radicalizada izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE, llamó a la huelga general contra el gobierno. El seguimiento fue muy desigual.



El movimiento fracasó en Madrid. El gobierno acuarteló a las tropas y detuvo a los principales dirigentes socialistas y comunistas.



En Barcelona, Companys, desde la presidencia de la Generalitat, dirigió una insurrección con claro matiz independentista. La revuelta fue rápidamente reprimida por del Ejército.



Lo peor ocurrió en Asturias. Aquí la huelga general triunfó y degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y la CNT. La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión más brutal. La Legión, dirigida por el general Franco, fue la encargada.



El balance de la Revolución de Octubre de 1934 fue aterrador: más de mil trescientos muertos, el doble de heridos, treinta mil detenidos, entre ellos Companys, Azaña, que no había apoyado el levantamiento, y los principales dirigentes del PSOE como Prieto o Largo Caballero.



La reacción del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña y se redactó una nueva Ley de Reforma Agraria, que en la práctica era una verdadera contrarreforma.



Sin embargo, las disensiones en el seno del gobierno eran crecientes. Las diferencias entre el Partido Radical y la cada vez más extremista CEDA eran evidentes. Un ejemplo de la orientación de la CEDA fueron los nombramientos que hizo Gil Robles, como nuevo ministro de Defensa. Militares claramente contrarios a la república y la democracia fueron designados para puestos clave en la estructura del Ejército. Franco, por ejemplo, fue nombrado jefe del Estado Mayor.



La crisis definitiva vino con un escándalo de corrupción, el escándalo del Estraperlo, que afectó a altos cargos gubernamentales. Lerroux y el Partido Radical cayeron en un descrédito total. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.




El FRENTE POPULAR.














La convocatoria a elecciones para el 16 de Febrero de 1936 dividió las opciones políticas principales en dos:



1) Frente Popular. Coalición compuesta por los partidos de izquierda ( PCE, PSOE, IRC, Unión Republicana, IR y POUM).



2) Derecha CEDA de José Mª Gil Robles erosionada por la labor del gobierno anterior.



Resultados elecciones:



El Frente Popular obtuvo la victoria, gracias al triunfo en las grandes ciudades y en las provincias del Sur y periferia mientras que la derecha se imponía en el norte e interior[4]



La acción del gobierno del Frente Popular.


Medidas adoptadas:



· Liberar a los detenidos desde octubre de 1934 y amplia amnistía



· Restablecimiento del Estatuto catalán.



· Ocupación de fincas y reanudación de la reforma agraria



· Tramitación de nuevos estatutos de autonomía como el de Galicia o el de Euskadi



· Presidente República Manuel Azaña, Jefe de Gobierno Casares Quiroga.





Todo ello causó un fuerte clima de enfrentamiento, entre por un lado la izquierda obrera más revolucionaria y la derecha más intransigente, sucediéndose continuas luchas callejeras, provocaciones y asesinatos entre grupos radicales. El resultado fue una dinámica de acción represión que causó una escalada de violencia.


La gestación de la rebelión militar.


Con la victoria del Frente Popular, los lideres de la derecha llegaron a la conclusión de que sólo un golpe militar podía evitar lo que consideraban una inminente revolución socialista. Se iniciaron contactos con Mussolini para pedir material y ayuda económica, en ésta trama se encontraban políticos como Gil Robles, Calvo Sotelo y José Antonio a ellos se sumaban generales antirrepublicanos como Mola, Varela, Godet o Franco.



Tras un primer intento en abril, que falló por falta de coordinación tomó el mando el general Mola.



El golpe militar se precipitó a raíz del asesinato el 12 de Julio, de un oficial socialista de la Guardia de Asalto, respondiendo sus compañeros con el secuestro y asesinato del líder del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo.



Frente a las amenazas de golpe de Estado el jefe de gobierno, Casares Quiroga, se mantuvo inactivo, produciéndose la sublevación militar el 17 de Julio en Marruecos.



Conclusión



La Segunda República es uno de los momentos clave de la historia contemporánea española. El proyecto de democratización y modernización que se abre en 1931, y que tantas esperanzas despertó en amplias capas de la población española, concluyó con una cruenta guerra civil. El debate sobre las razones de ese fracaso histórico sigue siendo uno de los elementos clave de la historiografía española.





[1] Ver la gran propiedad rústica en España 1930 en Atlas de Hª Contemporánea de España y Portugal pg 129

[2] Ver mapa elecciones 1933 en Atlas de Hª Contemporánea de España y Portugal pg 131.

[3] Ver la Rev. asturiana 1934 en Atlas de Hª Contemporánea de España y Portugal pg 132.

[4] Ver mapa elecciones 1936 en Atlas de Hª Contemporánea de España y Portugal pg 133.

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